Descripción
En el conflicto, una gran parte del laicado católico, haciendo uso de los medios pacíficos primero, y violentos después, se alzó en armas contra el gobierno, incluso con el pesar de una gran parte de la jerarquía eclesiástica que dubitaba sobre el curso de acción a seguir. Al grito de «¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!» los católicos mexicanos intentarán defender los derechos de Dios contra un Estado empecinado por la ideología laicista y anticristiana. Tanto el gobierno como el Vaticano, con la connivencia de los Estados Unidos, luego de entender que la lucha podía ser perjudicial, llegarán a un acuerdo o modus vivendi que los combatientes aceptarán a regañadientes, sabiéndose destinatarios de una muerte segura.
“Un trabajo valiosísimo que se enfrenta a la conspiración del silencio contra la gran contrarrevolución católica hispanoamericana” (Enrique Díaz Araujo, Director de la tesis doctoral del Autor).