Manuel Polo y Peyrolón

Escritor y parlamentario español, católico y carlista.

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Manuel Polo y Peyrolón

Manuel Polo y Peyrolón fue una figura destacada del panorama intelectual español de la última década del s. XIX y primera del siglo XX, y un nombre clave en la historia del carlismo valenciano.

Nacido el 11 de junio de 1846 en Cañete (Cuenca), estudió Derecho y Filosofía en las universidades de Valencia y de Madrid y con sólo 24 años ganó por oposición la cátedra de Instituto de la asignatura de Psicología, Lógica y Ética, que desde 1879 ejerció en el Instituto de Valencia. Fue en esta ciudad donde residió la mayor parte de su vida y donde desarrollo su labor intelectual y política, hasta el punto de haber sido considerado “el mejor defensor de la identidad tradicional valenciana”.

Catedrático, escritor y publicista católico, fue sin embargo la consagración a la causa política del Carlismo la que marcó la personalidad de Polo y Peyrolón.

Catedrático de Psicología, Lógica y Ética, nació en Cañete (Cuenca) el 11 de junio de 1846, y falleció en Valencia en abril de 1918. Estudió derecho y filosofía y letras en Valencia y Madrid, y el curso 1868-69 explicó Metafísica en la Universidad de Valencia. Obtuvo en 1870 la cátedra de Psicología, Lógica y Ética del Instituto de Teruel, trasladándose en 1879 al de Valencia. Activo propagandista católico desde el tradicionalismo, León XIII le condecoró con la cruz Pro Ecclesia et Pontifice. Fue diputado en el Congreso por Valencia, y en 1907 senador, cargo que también desempeñaba al fallecer. Sus Elementos de psicología (Valencia 1879, 2ª ed. Valencia 1881, 3ª ed. Valencia 1889), Elementos de lógica (Valencia 1880; 3ª ed. Valencia 1889; Lógica elemental 5ª ed. Valencia 1902) y Elementos de Ética (Valencia 1880; Elementos de Ética o Filosofía Moral, 2ª ed. Valencia 1882; Elementos de Filosofía Moral, 3ª ed. Valencia 1889; Ética elemental, 5ª ed. Valencia 1902) sirvieron de texto en muchos institutos de segunda enseñanza. La simple lectura cronológica de los títulos de las obras de este profesor y publicista permite seguir la evolución de sus intereses y preocupaciones: Costumbres populares de la sierra de Albarracín: cuentos originales (3ª ed., Tipografía Católica, Barcelona 1876), Parentesco entre el hombre y el mono (Madrid 1878; Contra Darwin: supuesto parentesco entre el hombre y el mono, 2ª ed. Valencia 1881), Los Mayos: novela original de costumbres populares de la Sierra de Albarracín (Madrid 1878, 2ª ed. Madrid 1879), Elogio de Santo Tomás de Aquino (Valencia 1880, 22 págs.), «El cristianismo y la civilización» (1881), Guía de Tierra Santa y relato de la peregrinación general española a los Santos Lugares en Octubre de 1881 (Palma 1882, 418 págs.), Sacramento y concubinato, novela original de costumbres contemporáneas (Valencia 1884, 2ª ed. Madrid 1890), Solita o amores archiplatónicos, novela (Valencia 1886), Vida de León XIII: extracto de sus principales documentos públicos y relación de sus fiestas jubilares (Valencia 1888, 370 págs.), Quien mal anda, ¿cómo acaba? novela (Valencia 1890), Discursos académicos (2ª ed. Valencia 1891: «El naturalismo en la novela», «Ignorancia religiosa e idolatría científica de los enemigos del catolicismo», «Las conferencias de san Vicente de Paul y la cuestión social»…), Intervención de la masonería en los desastres de España (Valencia 1899, 167 págs.; 2ª ed. Valencia 1901), Credo y programa del partido Carlista (52 págs., Valencia 1905), Anarquía fiera y mansa: folleto antiterrorista (Valencia 1908, 96 págs.), Alma y vida serrana, costumbres populares de la sierra de Albarracín (1910). Legó a la Academia de la Historia su correspondencia política y particular y nueve tomos de Memorias de un sexagenario.

Entabló relación con Menéndez Pelayo mediante una carta fechada desde Teruel el 8 de enero de 1879  «Verdad es que no estoy autorizado para escribirle; pero tambien es cierto que, convertido v. en hombre público y paladin de la buena causa, todos tenemos el deber de congratularnos por sus ruidosos y merecidos triunfos, que significan la victoria de la verdad católica sobre el error krausista. V. es un jóven escepcional, destinado tal vez por la Providencia para grandes cosas; y con este carácter ha luchado v. y ha vencido. ¡Loado sea Dios! Tambien yo, oscuro obrero de la inteligencia, desde un Tribunal he combatido á los krausistas, y explico en mi humilde cátedra ciencia completamente ortodoxa, y consagrada tengo mi torpe pluma á la propaganda católica, y hasta me he permitido, por último, algun que otro escarceo literario. Todo esto me alienta y me decide á felicitar á v. con alma y vida por sus publicaciones inverosímiles y asombrosas, por su brillante ingreso en el profesorado de la Central, y por haber merecido el honor de ser blanco predilecto de los tiros revolucionarios.», y sólo un mes después ya puede escribir don Marcelino a Pereda: «Peyrolón está aquí de juez de oposiciones. Nos hemos hecho amigos», quien le responde pocos días después : «Peyrolon me escribe, admirado de tí».

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